— Abuela, ¿cómo se enfrenta el dolor?


— ¡Con las manos, mi niña!



Si lo haces con la mente, el dolor en lugar de suavizarse, se endurece aún más...


— ¿Con las manos abuela?


— Sí... 


¡Nuestras manos son las antenas de nuestra alma!


Si las haces mover...



Cosiendo!


Cocinando!


Pintando!


Tejiendo!


Tocando!




Hundiéndolas en la tierra!


Éstas envían señales de amor a la parte más profunda de ti...


Y tu alma se tranquiliza!


Porque le estás prestando atención...


Así ya no necesita enviarte dolor para hacerse notar.


Muéve tus manos mi niña!                      Empieza a crear con ellas!


y Todo dentro de ti se moverá...


El dolor no pasará!


Pero se convertirá en la mejor obra maestra...


Y ya no dolerá más!


Porque habrás logrado bordar su esencia...



✨🙌🏻


Elena Bernabé