# **OZAIN: El Guardián de la Salud a través de las Plantas**
*Por Portal Africanista*
La palabra Ozain tiene sus raíces en el idioma yoruba, proviniendo de las palabras "ò" (quien), "sán" (mejorar la salud) e "yìn" (hacer fuego). En conjunto, se traduce como "quien mejora la salud haciendo fuego". Ozain es la entidad que preside sobre las plantas medicinales, desempeñando un papel crucial en las ceremonias dentro del Ifismo.
Su rol es detectar la fuerza, vitalidad y poder de realización, esenciales para el paso de energía entre las divinidades. Esta energía reside en una variedad de hojas y hierbas, cuyos nombres y usos forman parte de los secretos más profundos del culto a los Orishas.
Cada divinidad tiene sus propias hojas y plantas específicas. El uso de una hoja inapropiada puede tener consecuencias negativas, por lo que la recolección se realiza con extrema precaución en lugares salvajes, maleza o bosques donde las plantas crecen de manera natural. Los sacerdotes de Ozain se levantan temprano, sin haber tenido relaciones sexuales el día anterior, y se dirigen al bosque sin interacción social. Allí, realizan encantamientos antes de recolectar hojas, raíces y cortezas, dejando una ofrenda a la deidad antes de partir.
Estos sacerdotes conocen las virtudes de diversas hojas. Algunas poseen propiedades auspiciosas, como la hoja de la fortuna, de la felicidad o de la alegría. Otras están asociadas con la fecundidad, la gloria, la suerte, la frescura, la flexibilidad, la paz, la longevidad y más. No obstante, también existen hojas con propiedades menos benevolentes, como las de la miseria o la calentura.
Las hojas se utilizan en diversas formas: cocimientos, baños de purificación y para establecer conexiones místicas entre la divinidad y ciertos objetos consagrados, incluida la sangre de ciertos animales. Su uso es fundamental, ya que estas hojas también sirven para crear el polvo sagrado de la deidad, fortaleciendo el lazo de interdependencia entre el futuro Iyawó y su Òrìsà.
Ozain, investido por mandato divino, es un erudito de la botánica y de las enfermedades que afectan a la humanidad. Es el responsable de preparar las medicinas para el cuidado prenatal de los niños. Además, es la única deidad que puede usar el aceite de sémola de maíz para elaborar pomadas medicinales. Todas las plantas son atribuidas a esta deidad por ser esenciales para su función principal en el sistema planetario.
Sin embargo, es erróneo pensar que Ozain es la deidad de la hechicería o brujería. En momentos de disputas y conflictos, recurrir a su ayuda no es el camino correcto. La clave para vivir sin ser agredido es no agredir a los demás. Ozain no es una deidad agresiva ni guerrera; su función es curar y aliviar enfermedades que la ciencia aún no ha vencido.
A continuación, compartimos algunos ejemplos de la vida cotidiana. Un experimentado curandero y sacerdote Ifá ofrece un encantamiento para aquellos que buscan trabajo desesperadamente. Al utilizar preparados de hierbas y recitar las palabras apropiadas, se aumenta la probabilidad de encontrar empleo.
Por otro lado, se relata el caso de una mujer con fuertes dolores vesiculares causados por cálculos. Después de recurrir al sacerdote de Ifá dedicado a Ozain y seguir un tratamiento con hierbas y encantamientos, los cálculos desaparecieron sin necesidad de cirugía.
Sin embargo, es esencial recordar que el uso del poder de las divinidades contra otros es un acto incorrecto. La balanza de la justicia siempre se inclina hacia la verdad. Aconsejamos a sacerdotes y adeptos del culto de Ozain que eviten usar este poder de manera perjudicial, pues va en contra de los principios del Ifismo y la ley de no agresión hacia nuestros semejantes.
En África, Ozain es conocido como Èlésìjé, que significa "Rey de Èsìé". Esta figura se ha convertido en un símbolo importante en la región de Tierra Yorùbá en Nigeria. Ozain, el hermano menor de Ifá, es reverenciado como el guardián de la salud a través de las plantas. Su conocimiento sobre hierbas y plantas, considerado divino, se cree que fue otorgado directamente del cielo.
Existen diversas formas de Ozain, desde el feroz Ozain elésè-kan con una pata, hasta aquel con dieciséis patas. Cada variante posee sus propias características y poderes, pero todas comparten la esencia fundamental de la sabiduría en el uso de la medicina natural.
La figura de Ozain nos recuerda la importancia y el poder de la naturaleza en la curación y el bienestar. Su legado perdura como un recordatorio de la riqueza de la flora y su capacidad para mejorar nuestras vidas.